EE.UU., (BBC). ¿Es la enfermedad mental una consecuencia inevitable del envejecimiento? ¿O podríamos disfrutar de una vejez con una mente sana?
Los anuncios que promueven el ejercicio mental para revertir los
efectos del envejecimiento son cada vez más comunes.
“Cuanto más lo usamos, más fuertes, adaptativos y resistentes nos
volvemos”.
Para entrenar el cerebro se pueden hacer ejercicios tan simples como
crucigramas o recordar números telefónicos.
Sin embargo, es todo un tema de debate el que estas técnicas puedan
ayudar a alguien a tener una mente joven o si puedan tener un impacto en
enfermedades degenerativas como el Alzheimer.
“Existen muchas teorías prometedoras, pero todavía no tenemos los
datos”, explica Sherlin. “(Es un tema que) necesita ser examinado con
profundidad. Pero desde una perspectiva teórica y con evidencia anecdótica, las
posibilidades están allí”.
SPECT para diagnosticar
Otra forma de contrarrestar los efectos del envejecimiento del cerebro
es la que promueve el doctor Daniel Amen.
Este psiquiatra californiano asegura que su programa de escáner
cerebral puede detectar los problemas que impiden vivir más tiempo y aparentar
ser más joven.
Uno de sus libros se titula “Usa tu cerebro para cambiar tu edad” (Use
Your Brain To Change Your Age).
“Tu cerebro se empieza a deteriorar incluso muchos antes de que
empieces a notar algún síntoma”, advierte Amen.
Para diagnosticar a sus pacientes, Amen utiliza análisis de sangre,
pruebas cognitivas, el historial familiar y un escáner cerebral conocido como
SPECT por sus siglas en inglés (tomografía computarizada por emisión de fotones
individuales).
Esta última prueba muestra el flujo de la sangre como una medida de la
actividad cerebral.
El resultado es una imagen tridimensional en la que se representa con
espacios las zonas con un flujo bajo de sangre en la superficie del cerebro.
El corresponsal de la BBC en Los Angeles, Peter Bowes, se sometió al
examen.
“El resultado sugiere que tengo niveles bajos de actividad en mi córtex
pre frontal y cerebelo, lo que sería consistente con problemas de atención y
memoria”.
¿Sentido común?
Bowes confiesa que con 50 años le atribuye los problemas de su memoria
al proceso natural de envejecimiento.
“No es normal, incluso a los 70″, sentencia Amen. “Esto significa que tu cerebro está empezando a
sufrir”.
Amen considera que nuestra vida útil está determinada por la función
cerebral. “La gente debería poder tomar decisiones prudentes sobre no comer o
tomar en exceso, conducir con cautela, tener suficientes horas de sueño, elegir
con sensatez a los amigos y tener habilidades de organización para evitar el
estrés”.
¿No son estas decisiones que dicta el sentido común? ¿Para qué
necesitamos un escáner cerebral?
Mark Affleck, un ejecutivo jubilado de la industria del aguacate en
California, acudió a la consulta de Amen hace un año, cuando tenía 56, porque
se sentía “vago y confuso”.
Un escáner de su cerebro mostró una superficie lunar con espacios y
huecos que Amen asocia a una salud pobre.
Afflecks asegura que los resultados lo llevaron a realizar un cambio en
su vida. Ahora realiza caminatas de 45 minutos casi todos los días, hace pesas
día por medio y lleva una dieta rica en vegetales y baja de cafeína y azúcar.
Seis meses más tarde, Affleck asegura que su segunda tomografía fue
diferente. Algunos de los espacios “se habían rellenado y se veían saludables”.
“No creo que sea esencial someterse a un escáner, pero hay algo en lo
que uno ve -y cómo cambia- que lo hace muy poderoso”, agrega.
Consulta de US$3.600
Para estimular el flujo en ciertas partes del cerebro del corresponsal
de la BBC, Amen le aconsejó comer menos pan y más vegetales, tomar suplementos
como aceite de pescado y vitamina, así como melatonina -una hormona que ayuda a
dormir y en muchos países no requiere de receta médica.
Para mejorar sus períodos de atención, también sugirió el tenis de
mesa, un ejercicio de coordinación que estimula la actividad en el cerebelo, la
zona del cerebro importante para la motricidad.
“Después de dos meses me sentí más alerta, y otra visita a Amen me
permitió ver pequeños cambios en la apariencia de mi cerebro re escaneado”,
cuenta Peter Bowes. “Aunque de todas formas, me iba a hacer sentir mejor con
una vida más sana”.
El diagnóstico con escáner cuesta US$3.600, una consulta nada económica
y a la que pocos expertos le ven el beneficio.
El doctor Gary Small, director del Centro de Longevidad de la
Universidad de California en Los Angeles, dijo que se había pasado su carrera
desarrollando tecnología de escáner cerebral. “Creo que es prometedor, pero
antes de pedir una prueba siempre me pregunto: ‘¿Realmente va hacer una
diferencia en el resultado del paciente? ¿Cambiará la terapia? ¿Ayudará de
alguna forma?’”.
Por su parte, Helen Mayberg, profesora de psiquiatría, neurología y
radiología de la Universidad Emory en Atlanta, es más crítica. “No existen
evidencias que indiquen que este tipo de escáner pueda ser usado como un
procedimiento general para confirmar si estás sano o para diagnosticar una
condición específica”.
“Estos escáneres de cerebro son una utilería innecesaria que sólo le
añade un nivel de corroboración aparentemente científica (pero no comprobada) a
sus afirmaciones”, agregó.