El grito de Muhammad Ali
25 de mayo de 1965, Ali y Liston disputaban en Lewiston, Maine, la revancha por el título de Campeón del Mundo de los pesos pesados.
Solo habían transcurrido un minuto y cuarenta y dos segundos del primer asalto cuando Ali soltó su directo fantasma y Neil Leifer apretó el disparador de su Nikon automática con la que capturó una imagen icónica para la polémica y sobre todo la posteridad.
Una leyenda que viajó de los puños de Ali a las manos de Senna, de la pértiga de Bubka a la zancada de Jesse Owens, del salto de Jordan al revés de Federer, del pedaleo de Merckx a la zurda de Maradona o los pies de Pelé, y que la fuerza de aquella imagen nos demostró que igualmente lo hizo en la viveza y celeridad del dedo índice de Neil Leifer, reportero gráfico mítico e incomparable.Al minuto y cuarenta y dos segundos Neil Leifer seguía con enorme concentración e intensidad el baile de pies del etéreo Ali y las sacudidas del pesado Liston, siendo consciente de que presenciaba un combate de leyenda y que sobre su dedo índice giraba la ruleta del destino. Una ruleta que se detuvo justo a su lado, en el opuesto a todos aquellos reporteros gráficos que se observan al fondo, una milésima después de que Ali soltara un legendario phantom punch (directo fantasma) que nadie vio. Instante mágico en el que su dedo índice apretó el disparador y el obturador de su Nikon se abrió para la leyenda.
Se abrió entonces el juego de luces y el uso del espacio con el que quedó plasmado sobre el carrete y el papel, el poder y la fuerza de una imagen icónica de encuadre triangular acertadísimo, muy bien compuesta y que capturó y perfiló con enorme plasticidad, el instante en el que la acción había pasado. Un instante que no suele corresponder con la clásica fotografía deportiva pero que igualmente logró transmitir la pose y el gesto legendario de un mito del deporte, pues al observarla 56 años después, aún seguimos emocionándonos con la intensidad de aquellos momentos posteriores. Aún seguimos preguntándonos de donde salió aquel golpe fantasma de Ali y cómo demonios pudo caer a plomo Liston.
Un imperceptible y más que dudoso derechazo de Ali sobre Liston, que provocó la caída posterior de un coloso, que derrumbado observó el gesto de un genio ególatra que a través de su bocado le retaba a levantarse con una frase que generó tanta controversia como la citada acción. Y es que algunas fuentes siguen apuntando que Ali le gritaba “what’s my name” porque Liston insistía en llamarlo Clay, cuando ya se había convertido al Islam, mientras que otras en cambio apuestan por un ofensivo "Get up and fight, sucker!", que de igual manera encajaría en el explosivo perfil de Muhammad Ali.
En cualquier caso aquella acción que desconcertó profundamente al colegiado y ex boxeador Jersey Joe Walcot, sigue siendo objeto de la polémica pues muchos entendidos aseguraron que el impacto no fue de la suficiente entidad como para derribar a su adversario. Desde entonces se ha especulado con el amaño por parte de la mafia o la organización religiosa y sociopolítica de La Nación del Islam.
Nada se ha demostrado desde entonces, por tanto la sublime foto de Leifer, elegida como una de las mejores de la historia del deporte, retrató la inigualable leyenda de uno de los más grandes enfrentamientos de la historia del boxeo. En la esquina derecha del ring y con calzón negro Sonny Liston, campeón convertido en aspirante, el boxeador más temido desde los tiempos de Joe Louis, un bombardero que derrotaba sin piedad a sus oponentes y además les hacía daño, humillándoles con aquellos KOs fulminantes… Poseedor del jab más devastador de la historia, (un golpe hacia arriba con el que levantaba a sus rivales del suelo) y unos reflejos soberbios acompañados de un buen control de los pies y relativa rapidez.
En la esquina izquierda con calzón blanco Cassius Marcellus Clay Junior, (Muhammad Alí), aquel insolente joven que en el Convention Hall arena de Miami Beach, le había arrebatado el título en febrero de 1964. Vigente rey del boxeo mundial, que encontró en la figura de Angelo Dundee, al entrenador capaz de manejar su arrogancia y sobre todo su enorme talento. Una pluma de acero que poseía su mejor defensa en la rapidez, aquella insólita habilidad para calibrar el golpe del adversario y apartarse lo justo para que no le acertara, devolviéndolo de inmediato. Una eléctrica devolución cimentada en la envenenada trayectoria de sus golpes de izquierda, en aquellas vueltas de puntillas con sus manos colgando. Talento, velocidad, pegada y encaje, un genio que en alguna que otra ocasión hizo gala del “rope a dope”, una estrategia que consistía básicamente en apoyarse en las cuerdas y dejarse golpear hasta cansar al otro y en cuanto percibía una apertura, lanzar un contraataque. Muy inteligente sobre el cuadrilátero, la circulación por el ring de puntillas, sus manos colgando y sobre el aire sanguinolento de la pelea flotando una legendaria frase: “vuelo como una mariposa y pico como una abeja”.
Un tipo muy peculiar, un provocador en potencia, capaz de llevar al extremo su particular habilidad para desquiciar al público y a los rivales con sus famosas guerras psicológicas. En esta instantánea quedó resumida en esencia su fortísima personalidad, la historia del enfrentamiento entre Ali y el gran oso feo, como llamaba a Liston el polémico púgil de Louisville. También la relación entre la figura de Muhammad Ali y la cultura afroamericana, la carrera de un icono que siendo de color, como Foreman y Sonny Liston, era más negro que ellos, pues fue elegido para la representación y reafirmación del pueblo (la "nación", como la llamaban entonces) africano en Estados Unidos.
Símbolo para la idea de "un único pueblo africano" una leyenda del boxeo que perdió adeptos cuando se convirtió al Islam, pero que en Zaire era prácticamente un dios, al que cantaban en el gimnasio al que acudía a entrenar y por la calle lo siguiente con motivo de su también mítica pelea en tierras africanas en 1974 ante Foreman: "¡Ali, boma ye, boma ye!" Quería decir: "Ali, mátalo".
Esta, la historia de las milésimas fracciones de segundo en las que Leifer a través de la técnica aportó la claridad del mensaje. El inicio de un proceso que convirtió la imagen captada en arte, el proceso de comunicación entre creador y observador. Lo que definió con mucho acierto León Tolstoy como proceso de infección, en el que el autor ‘infecta’ con sus sentimientos y logra transmitir al observador la experiencia que sufrió el autor.
Ding, Ding, Ding, el olor a linimento inunda nuestros sentidos, la masa ruge y la tensión se puede cortar a cuchillo, una explosión de luz ilumina el cuadrilátero, son los flashes de los reporteros que deslumbran las desafiantes miradas de ambos contendientes mientras la intensa voz del speaker truena para la leyenda:
¡¡Standing in the right corner weighing in at 215 lbs, from Johnson Township, Arkansas Charles"Sooonny"Liston!! ¡¡ And Standing in the Left Corner weighing in at 206lbs, from Louisville, KY; Muhammad Aaaaaaaali!!
Vavel Com * News in spa eng fre ita http://www.vavel.com/es/masvavel/eldesvan/10214-10656-el-grito-de-mohamed-ali-pelea-liston.html
Edson Artantes do Nascinmento * PELE * Brazil * Press this link
http://www.vavel.com/es/masvavel/pasajesdelahistoriadeldeporte/21363-solna-28-de-junio-de-1958-la-firma-de-pele.html
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